

No es una adaptación de la mítica serie policíaca de Michael Mann. Se trata de la última trama descubierta en los entresijos del mamoneo municipal en el Ayuntamiento que dirige el faraón de España. Por si no tuviera suficiente con las ratas que campan cerca de su despacho le han salido unos cuantos nidos de parásitos que pueden dar al traste con la imagen de gestión ejemplar.
El consistorio oficialmente no sabía nada. Los técnicos discutían por teléfono la tarifa por sus servicios tres mil euros arriba o abajo. ¿Quién dijo que España era el país donde más fácilmente podía uno enriquecerse? Así no me extraña que a algunos el precio del pollo y de la vivienda se la traiga al pairo. Seis sospechosos ya están en prisión y treinta y siete están siendo investigadas o acusadas por prevaricación, cohecho y tráfico de influencias.
Lo que me deja absolutamente perplejo es la sumisión de esos empresarios que sucumbieron a las demandas de la versión castiza de la 'cosa nostra', uno de ellos llegó a pagar 120.000 € y continuaba sin licencia al parecer porque un empresario rival se la tenía jurada. Es una historia digna de ser escrita por Mario Puzo, como El padrino. En ella el don aconseja a su joven pupilo que se haga abogado ya que él mismo ha podido comprobar que un sólo hombre es capaz de robar muchísimo más con una cartera que cien armados hasta los dientes. Es una obra que habla de cosas como familia, honor, respeto, lucha por el poder. Algunas de ellas hoy algo desfasadas. Aún así, pienso que debería ser el libro de cabecera de todo buen M.B.A.
Como diría mister Z, esto huele raro, raro, raro. También me escama que sus jefes no estuvieran enterados.