
Dice que esta noche no ha podido dormir, y no ha sido porque a la mañana siguiente se examinara de una oposición que le hubiera salvado del paro de por vida. Ni se trata de un niño en su primera noche de Reyes Magos. No. Simplemente no podía esperar más a poseer su preciosa i-Pad, el último moco de Apple, un pequeño ordenador portátil sin teclado(¿?) y con pantalla táctil. Tal es el ansia que la propia marca ha habilitado en su página web un buscador del maná donde saciar a sus feligreses. Hablamos de un portátil de prestaciones limitadas a un precio a partir de 400 euros, tarifa de datos aparte, que no plana. Para ser tiempos de crisis -no sólo- económica no está mal. Pero supongo que ser el o la más 'cool' en la cola del aeropuerto hace que valga la pena tal dispendio. El chute que todo buen 'geek' adicto a la manzana necesita para ponerse.
Cuando me compré el móvil a mi lado tenía una chica que estaba a punto de adquirir su iPhone. Recuerdo su cara de felicidad mientras el vendedor le mostraba sus maravillas. Llegué a pensar que no tardaría en entrar en éxtasis. Y cuando tenía la suerte de pasar por delante del edificio de Telefónica para ir a trabajar las colas que se formaban antes de las 9 de la mañana. Es curioso que Steve Jobs, uno de sus fundadores, haya tenido que pasar por duras experiencias a lo largo de su vida para hacer felices a tantos clientes; por otra parte algo común entre los genios.
En el extremo opuesto están los anti-apple que filman cómo se cargan a golpe de bate de baseball una de estas maravillas. Sinceramente, no sabría decir cuáles están peor.
De todos los productos i, sin duda yo me quedo con el iJam.