11 de enero de 2010

Ignatius J. Reilly




Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.


Johnathan Swift



Ignatius Reilly es el personaje central de la novela La conjura de los necios. No es fácil de definir. En la contraportada lo compara con nuestro inmortal don Quijote. A mí me parece más bien un illuminati contemporáneo bastante pasado de tuerca, con cierta tendencia a la hipocondría principalmente debido a su píloro o como él llama, su válvula que parece tener vida propia y conducirle a problemas de aerofagia ante cualquier situación de estrés, como un viaje traumático en autobús a la ciudad.


Para colmo la madre de Ignatius empina el codo con frecuencia. Una tarde tras un conato de detención de Ignatius por la policía deciden tomarse algo en La noche de alegría, un antro que en realidad es un burdel. A su madre se le va la mano con las copas y produce cuantiosos destrozos con el coche en un edificio por lo que tendrá que idemnizar al dueño lo que obliga a Ignatius a trabajar para ayudarle a pagar el siniestro.


Normalmente vive sumido en la soledad de su habitación, escribiendo sus particulares reflexiones en cuadernos Gran Jefe que desperdiga por el suelo, esperando un día completar su gran obra. Sólo sale prácticamente para satisfacer su cinefilia, pero en realidad se pasa las sesiones despotricando en las escenas que no le agradan y de paso chafando la película al resto de espectadores.


En su primer trabajo se le ecomienda el archivo de la documentación de los clientes de una fábrica de pantalones. Gran parte de ella acaba en la basura y se permite escribir una ofensiva carta a uno de los más importantes, metiendo en un buen lío al propietario, el señor Levy. En una ocasión intenta arengar a los empleados, que son negros, para que se rebelen contra el régimen de esclavitud de la empresa.


Después Ignatius recorrerá las calles vendiendo perritos calientes montado en una bicicleta disfrazado de una especie de pirata. Entónces tiene la ocurrencia de fundar el partido de la paz y convoca un gran acto multitudinario en el que asiste vestido con una gran túnica blanca a dar un meeting para captar afiliados en lo que en realidad resulta ser una gran fiesta gay de disfraces.


Finalmente los amigos de su madre logran convencerla para que le ingresen en un psiquiátrico. El diálogo de la señora Reilly y su hijo es memorable:


-No tendrás que preocuparte del señor Levy, hijo. Yo lo arreglaré todo. Recuerda que tu pobre mamá pensó siempre en tu bienestar.


-Eso es lo que me da miedo.



El caso es que al leer el libro este Ignatius me recordaba a alguien muy cercano.



1 de enero de 2010

Cosecha del 70








Hay signos evidentes del paso de los años, de que poco a poco 'te vas haciendo mayor'. Uno de ellos es ver crecer a tus sobrinos o hijos -el que los tenga-. Otro es ver el pupurrí con el que nos obsequia TVE en la gala de año nuevo 2010.

Como dicen que les ocurre a los que están a punto de morir, ves pasar toda tu vida en un instante. Y es que a uno a sus 39 inviernos le da la impresión de haber vivido mucho, ¿o quizá no tanto? Por la pantalla desfilan Karina, los payasos de la tele, Perales, Serrat, Mecano, Tom Jones... Nos recuerdan que la tele estatal es la number one tirando de archivo, y ahora sin publi ¡Qué guays!

De golpe afloran aquellos buenos y no tan buenos recuerdos con la ayuda del cava. ¿Ese que canta ahora es Georgie Dann o es que ya estoy borracho? Qué bien, apenas comenzado enero y ya suena la canción del verano. Cambio de año y de década: es tiempo para hacer balance. En el plano profesional podría decir que he mejorado en esta década si no fuera porque mis planes se truncaron el día que mi ex-empresa decidió que tenía que recudir personal drásticamente. Del panorama socio-político creo que no hace falta decir añadir a lo que la blogosfera de la que soy asíduo plantea acertadamente. De los demás aquí no suelo hablar. Este no es un blog rosa.

El Madrid ganó la octava en una final histórica contra el Valencia, que realizó una brillante temporada y perdió ese partido con un resultado abultado y probablemente injusto, y su novena champions en el año del centenario y puede que con la ayuda de CR-9 y demás galácticos y también con algo de suerte se haga con la décima en esta década que hoy comienza, y que no vuelvan a pasar otros 33 años. También descubrimos que la tercera guerra mundial no iba a enfrentar a la OTAN y al Pacto de Varsovia, sino contra los terroristas en su diversas siglas, bastante escurridizos y más difíciles de combatir.


En casi 40 años mucha gente se ha cruzado por tu camino. Unos se quedan, otros se marcharon y algunos ya no están aquí. Esta noche brindo por ellos.


Ah, casi se me olvida, también por el acontecimiento planetario. Faltaría más.













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