24 de febrero de 2010

¿Qué narices celebrais?



El Senado romano lo componían los políticos de mayor edad ya que se suponía que por su madurez y experiencia tomarían las decisiones más sensatas para el pueblo. Han pasado ya algunos siglos y hoy, al menos en España, un senador puede ser cualquiera, incluso puede regentar el mayor centro abortista de las Vascongadas. No me he parado a leer las interminables parrafadas de nuestra constitución y leyes derivadas sobre las incompatibilidades y conflicto de intereses. Aunque a estas alturas de partido no sé por qué me sorprendo. Supongo que en estos momentos habrá más de uno se estará frotando las manos.


Podríamos pensar que esta imagen podría corresponder a la erradicación definitiva del terrorismo en España, del fin de la guerra -eso es lo que es- de Afganistán o del tan cacareado pacto de Estado. Pero no. Al igual que hace unos meses en el congreso los besitos y abrazos celebran que estamos más cerca de la llamada ley de la salud sexual y reproductiva. En cristiano: barra libre para abortar hasta la 14ª semana de embarazo. Sin duda una ley social y progresista según su lenguaje. Una ley sin demanda social, pero que le da patente de corso al lucrativo negocio del lobby abortista.


Y digo yo, ya que hay demanda social por ejemplo de la pederastia o de profesionales que asesinen por encargo. ¿Por qué no regularlo? ¿Que son delitos? ¿Y qué es trocear o quemar a una niña o niño no nacido por un médico haciendo de matarife?


Mientras en un lugar del mundo Zapatero defiende los derechos humanos, entre ellos todavía el derecho a la vida, en otro muere el preso de conciencia cubano Orlando Zapata Tamayo. Un gran día para el socialismo, sin duda.

Próxima parada: esquizofrenia


Si no fuera porque ya pasó el entierro de la sardina, parecería que este año asistieramos a unos carnavales más duraderos de lo normal. Ayer la chirigota que recorrió el centro de Madrid se componía de liberados y asalariados del Nuevo Régimen. Pero lo de la chirigota no es noticia. Al igual que en algunos restaurantes chinos o indios es Navidad todo el año, así es el Carnaval en ugeté y cecé-o-ó. Ayer hubieron de desempolvar sus uniformes de campaña color Vega Sicilia con Casera, como aquel cóctel que degustaban sus antiguos dirigentes transformados en nuevos ricos.

La noticia es que diputados y miembros del pesoe se sumaron a ese simulacro de manifestación contra una propuesta sugerida por el partido de ¿su? gobierno. Pero con más de cuatro millones y medio de parados ellos silban bajo la lluvia. ¿A cambio de qué? De estar gobernando la derecha ya iríamos por la cuarta huelga general. Estamos perdiendo los papeles. El norte hace tiempo que lo dejamos en la Antártida.

14 de febrero de 2010

Pídele cuentas




El día 12 de octubre de aquel año nos toca desfilar delante de S. M. Nuestro Primero Juan Carlos. Hace un sol más propio del veranillo de San Miguel que de esas fechas y un compañero se desmaya mientras esperamos clavados como estatuas en la formación. Tras unos interminables minutos llega y pasa revista a la tropa. Aunque no estoy entre las primeras filas puedo ver pasar su figura imponente, más alta que la mayoría de nosotros, con su inconfundible aire despistado. Más tarde, de regreso en el cuartel comprobé que no fui el único impresionado. Por aquel entonces el Rey representaba la unidad de España, la defensa de la Constitución y todo aquello que daba algún sentido a aquellos nueve meses de alistamiento involuntario a razón de poco más de 9 euros de ahora la soldada.


En Pídele cuentas al rey, Fidel (Antonio Resines) es un minero que se encuentra en el paro al cerrar la mina en la que trabajaba y que emprende una marcha de Asturias a Madrid para reivindicar el derecho a un trabajo que recoge esa misma Constitución con el objeto de expresárselo al rey personalmente.


Hoy somos más de cuatro millones de personas en la misma situación que Fidel en España, y es ahora cuando Su Majestad reclama un pacto de estado entre gobierno y oposición guardando silencio con el apoyo de ese mismo partido a los independentistas catalanes y gallegos. El mismo partido que no tuvo ningún escrúpulo en utilizar el 11-M para ganar unas elecciones y practicar el terrorismo de estado. Como heredero directo del franquismo sabe que la permanencia de su dinastía pasa por ganarse a los votantes de la izquierda, o al menos de la más moderada. Quizás porque piense que los de la derecha 'más rancia' que divaga ya no representan ningún peligro como en los años de la transición a la democracia. Hoy el grueso del ejército español se nutre de más ciudadanos de origen extranjero.


Hoy no hay foto de las Azores, pero sí un desayuno de la oración con Obama y los conservadores estadounidenses. Ya no estamos en Irak pero sí en Afganistan y en otras misiones de paz, en las que nuestro ejército parece ser el único que sufre bajas. El valor se presume en el soldado ¿y en el rey?

7 de febrero de 2010

Eres mi hijoputa




Jerry Maguire es un representante malogrado de estrellas del deporte, interpretado por Tom (ex-Pe) Cruise. En ella su personaje se dedica aparte de buscar clientes a marear la perdiz con su secretaria-pastelera que encarna Renée Zellweger.



Su cliente es Rod Tidwell (Cuba Gooding Jr), que viene a ser una especie de Cristiano Ronaldo del fútbol americano. Jerry-Tom (vaya, la verdad es que el guionista se lo curró: como los dibujos animados de la tele pero al revés) y Cuba G. Jr. - Rod Tidwell 'CR-99' con el tiempo tienen una relación que va más allá de representante y jugador. No sean malpensados por favor. El título de la entrada viene de la escena que se me quedó grabada en la mollera, cuando Jerry le consigue un gran contrato con mucho esfuerzo pero que le cuesta perder al resto de sus clientes. En pleno entusiasmo representante y jugador se lanzan mutuamente piropos al más genuino estilo español. Aclaración: aquí hay insultos que según en qué contexto se dirijan significan un elogio. No me pregunten por qué. Pero no es el caso de la penúltima 'pillada' en el PP.


La película pretende ensalzar la amistad sobre el vil metal. Lo cierto es que en la vida real es que el vil te proporciona amistades peligrosas y extraños compañeros de cama. Algunos pueden llegar a ser tan odiosos que no dudas un segundo en favorecer a tu enemigo si con ello consigues joder un poquito al que te está sentado en tu misma mesa haciendote la puñeta . Como en aquel partido del Sevilla C. F. en el que su afición aplaudía los goles que encajaba su equipo -han leído bien- porque así se empujaba un poquito más al eterno rival hacia el pozo de la Segunda División. El humorista Javier Capitán, catalán y madridista reconocido, hizo una excelente parodia en la que se preguntaba como acérrimo seguidor blanco si merecería la pena que el Real Madrid perdiera un partido si ello significara el descenso del F. C. Barcelona. Decía que eso jamás se podría permitir puesto que el Madrid es un equipo 'obligado a ganar' siempre, pero nada más terminar de pronunciar la frase se dibujaba en su rostro la sombra de una duda paralizante. Esperanza Aguirre verbaliza muy bien ese sentimiento a micrófono abierto.



Y es que a veces vale la pena pasar un amargo trago si con ello consigues joder al hijoputa.









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