21 de noviembre de 2010

A los leones con ellos


Como hoy me he levantado más políticamente incorrecto si cabe a pesar de ser sábado y me van a permitir dar mi sugerencia a nuestros inútiles gobernantes y peores garantes de este nuestro estado de derecho ¿o era desecho? para abodar la complejidad de esta variada carroña humana compuesta básicamente por pederastas o pedófilos, terroristas o "participantes en la lucha armada de conflictos varios" y algún que otro ni-ni pasado de pastillas, porros, o de lo que pillen que chulean a las fuerzas de seguridad del estado y ya de paso a la judicatura:


1.- Una vez registrado su ingreso en el trullo, de donde jamás debieran salir, se celebrará una jornada de puertas compartidas con los presos comunes.


2.- Durante esas 24 horas los funcionarios que atienden a los internos disfrutarán de vacaciones totalmente pagadas, y susceptibles de ampliarse a discrección.


3.- Dejar que la naturaleza, siempre tan sabia, siga su curso.


No me negarán que es una solución barata y ecológica, totalmente compatible con el desarrollo sostenible que tanto les gusta a nuestro Zp, a Al Gore y al resto de la progresía verde.


No se me escandalicen, almas cándidas. Ya lo dijo otro sabio: Homo homini lupus.

10 de noviembre de 2010

Cómplices de la infamia




No se trata de un poblado palestino ni los vestigios de un campo de concentración nazi. Es el sahara, antiguo territorio español dejado de la mano de un sátrapa, el sexto Mohammed. La ONU, gran organización de sabios que nos dicen cuándo una guerra es "legal" o no, tomará una decisión en diciembre... La pregunta es ¿Qué coño van a decidir? ¿Dónde quedará mejor el árbol para Papá Noel? Ay no... Que estos no van a Cortylandia. Manda huevos que diría el otro. A este ritmo dudo que por entonces quede alguna familia saharaui a la que defender. Como esos otros cráneos privilegiados que se alumbraron un embargo de armas para uno de los bandos contendientes en la entonces Yugoslavia con la finalidad de "no alargar el conflicto". ¿No se les ha ocurrido a estas mentes preclaras sumergirse bajo el agua unos minutos para contribuir al ahorro de oxígeno, y con ello al desarrollo sostenible y un merecido descanso para sus castigadas neuronas?


Que Marruecos nos chulee un día sí y al siguiente más ya no es -por desgracia- noticia, pero que lo haga con esa nuestra comunidad internacional ya son palabras mayores. Creo que por motivos similares a la masacre que el felón está perpetrando en el Sahara la OTAN envió sus cazabombarderos a Belgrado. Quizás algún experto analista en política internacional pueda explicarnos qué hay aparte de los intereses económicos de la UE y Estados Unidos en Marruecos para poder digerir esto. Habrá que esperar a los cámaras de la CNN para dar el puñetazo en la mesa y decirle al moreno del sombrerito rojo 'hasta aquí hemos llegado'.

Mientras tanto el rey se va de viaje a ver a los demás hermanos -y de paso a Fernando Alonso- en vez de tirarle un poquito de las orejas al hermano infiel. Y nuestra ministra de exteriores, llevando los donuts en su recién estrenada cartera al gran Evo. Pero no pasa nada. Bueno sí: estas Navidades los españoles gastaremos menos en cenas de empresa y demás dispendios. Porca miseria.

4 de noviembre de 2010

No marques las horas




Cada vez que le echamos una hora más al último sabadete de octubre o se la quitamos al de marzo me acuerdo de un comentario que escribió un lector de uno de esos periódicos de distribución gratuita -llamar a algunos así me parece un insulto para los que son de verdad- pero hoy no me meteré en política, y menos aún con la canallesca. Volviendo al brillante comentario venía a decir algo así como esto: por muchas vueltas que demos a las agujas del reloj, las horas de luz solar son las mismas. La finalidad es trasladar el consumo de energía durante la mañana, que suele realizarse en las empresas, a la tarde-noche en los hogares. Fue publicado hace ya unos cuantos años, varios antes de la desaceleración económica devenida en puta crisis. Y con la que está cayendo lo raro es que no le saquen media hora más al domingo siguiente, con la cantidad de megawatios no consumidos -en las que no hayan colgado el cartel de cerrado o acudido al concurso de acreedores claro- aún se podrian saldar unas cuantas facturas pendientes que empiezan ya a coger color y no precisamente bronceado. Aunque a las seis ya sea casi noche cerrada en Estepaís salvo contadas excepciones, no cena a las siete ni Cristo, y menos se va a la cama a las nueve de la noche y mientras tanto, el contador de las eléctricas dando vueltas como los relojes de Jorge Sepúlveda y Los Panchos.






Es de lo más brillante y sensato que leí en aquellos papeles para pintar la habitación de los niños. Cuánta sabiduría y sentido común resumidos en un par de líneas. Mucha más de la que se imparte en esos masters del universo con traje y corbata, de expertos gurús en explicar el desastre a toro pasado pero ya no tan diestros para anticiparse a la debacle, o vigilar al desaprensivo Madoff. Como aquel génio director financiero de una empresa de recursos de multas que tuvo la ocurrencia de imprimir los escritos en letra más pequeña para ahorrar tinta que luego había que leer con lupa o a costa de las facturas del oftalmólogo de los que se dedicaran a esos menesteres. O como aquellos y aquellas que nos suben los jodidos impuestos o quitan las desgravaciones de las hipotecas cuando las cuentas no cuadran con su ábaco. Así yo también soy ministro de economía y el asesor que se lo lleva crudo. Y la madre que los parió.

1 de noviembre de 2010

Réquiem por un marido y una hija




Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, no soy más que bronce que resuena o platillos que aturden.

Aunque tuviera el don de profecía, penetrara todos los misterios, poseyera toda la ciencia y mi fe fuera tan grande como para cambiar de sitio las montañas, si no tengo amor, nada soy.

Aunque repartiera en limosnas todos mis bienes y aunque me dejara quemar vivo, si no tengo amor, de nada me sirve.


Primera Carta del apostol San Pablo a los Corintios. Nuevo Testamento.




Azul es la primera parte de la trilogía Tres colores dirigida por Krzysztof Kieślowski una por cada color de la bandera nacional y los ideales de la Revolución Francesa. La protagoniza Julie Vignon (Juliette Binoche) quien pierde a su familia en un accidente de tráfico y una vez recuperada trata de romper drásticamente con su vida anterior destruyendo todo lo que la vincule a ella, o casi todo.

Su marido era un compositor de renombre al que le habían encargado una pieza con motivo de la creación de la Unión Europea -por entonces de los doce- y Julie destruye la partitura en la que él trabajaba. Sin embargo Olivier (Benoît Régent), su colaborador, intenta completarla a sus espaldas y poco a poco ella descubrirá que esa ruptura no le resultará tan sencilla. Y hasta aquí puedo contar...

Como toda película francesa que se precie, tiene su ritmo y sus lacónicos diálogos. Pero no se me asusten si están pensando en un castañazo de Rohmer. Azul no será comercial pero tampoco tan rara. Su verdadera fuerza reside en las imágenes más que en los diálogos y sobre la otra pierna que toda buena película tiene: su banda sonora original, compuesta por Zbiniew Preisner.




Tres colores, Azul aborda el primero de esos ideales revolucionarios -la libertad- con una fuerte simbología y presencia de este color pero Kieślowski no construye la trilogía de forma aislada, de hecho los tres capítulos se entrecruzan en algunos planos con lo que recomiendo a quien no los haya visto hacerlo en el mismo orden en que se estrenaron: primero Azul, luego Blanco y por último Rojo.

Da la casualidad que Kieślowski comenzó a trabajar en otra trilogía inspirada en La Divina Comedia pero falleció antes de terminar el guión.


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