26 de septiembre de 2008

Peligro al volante


Un día cualquiera regreso a casa tras un agotador día de trabajo. Cuando me dirijo hacia la M-45 soy adelantado por un Ford Escort blanco en la rotonda para colarse por el carril único habilitado para cruzar el puente. Mi intuición me dice que me mantenga lejos de ese coche. En la siguiente glorieta veo cómo se pega al vehículo que le precede. Da un volantazo a izquierdas, después a derechas para adelantarle y enfilar la salida a la autopista.


Otro día cualquiera, también tras otro día quizá más relajado, al salir hacia la cabina de la radial para pasar con tarjeta situada en el carril izquierdo, tengo que interrumpir la maniobra con el intermitente ya encendido-tengo la fea costumbre de usarlos. Sí, soy un antiguo. Qué le voy a hacer- Un fitipaldi pilotando un Ibiza color teja que viene disparado, me da las luces largas y me pasa como una exhalación en un tramo limitado a 40 km/h (que nadie respeta. TAMBIÉN lo sé.) para luego volver a la derecha para pasar por la cabina de cobro manual. Calculo que no habrá ganado mucho más de 0,3 segundos en su crono personal hacia... el cobrador de la R-3.


Hace ya más de dos años que entró en vigor en España el carnét por puntos. Una medida que ha gozado de éxito en otros países europeos. Seguramente por eso, ser europeos. En la patria de Fernando Alonso y Carlos Sáinz eso ya no lo veo tan claro. De hecho, más de uno ha encontrado una fuente extra de ingresos dando salida al desempolvar el carnét de la abuela y sacar a subasta los preciosos doce puntos al mejor postor. No sería extraño que pronto conocieramos la marca t€comprolospunto$.com. La idea ha sido mía ¿eh?

Una idea que no ha cuajado en otros países europeos. Bueno, en los países europeos. Porque si no fuera por el euro eso de que estamos en Europa ya no lo tendría tan claro.

El tema es más serio de lo que parece. Una parte importante de los accidentes de trabajo son 'in itinere'.

En mis tiempos de mili -jo, ya viene el pesado este con las batallitas del abuelo Cebolleta- se tomaban bastantes precauciones antes de aprender a disparar un cetme, el fusil más común en el ejército español, tests psicológicos incluídos, rebajando al recluta del servicio de armas a la mínima duda. La razón principal supongo que era porque el proyectil que dispara mataría a siete personas colocadas en fila.

Bien, pues un coche descontrolado supongo que se llevaría por delante a esas siete personas, y de paso algunas más con el carrito de la compra. Como por ejemplo el conducido (?) por el descerebrado del Escort blanco. Y digo descerebrado por no emplear otros calificativos mucho más adecuados pero irreproducibles aquí. Porque en España, el permiso de conducir se rifa. Esa es la realidad. Una cosa es saber cómo manejar un vehículo y otra muy distinta conducir. En lo primero somos ases, pero en lo segundo...

Y a las mentes pensantes de la DGT: los radares pueden ser parte de la solución -también del problema- pero no son suficientes si no son capaces de 'cazar' a asesinos en potencia como el paisano del ford Escort blanco de la M-45. De las cámaras de la R-3 no digo nada, supongo que mientras no te largues sin pagar no te convertirás en protagonista de la película.

Francamente, me encantan la F-1 y los rallies. Pero estoy cansado de ir en el coche con la sensación de estár compitiendo en el Dakkar. A lo mejor es que estoy en Africa y todavía no me he enterado.

15 de septiembre de 2008

Otra noche (más) en blanco


El sábado Madrid disfrutó de su noche anual dedicada al mundo de la cultura 'en abierto'. Una extraña euro-moda que se repite desde hace ya tres años en esta nuestra ciudad.

En la zona centro la oferta en principio variada y abundante, se vio desbordada rápidamente por las miles de personas que decidieron participar en tan singular evento. Llega un momento en que dudo si el verdadero espectáculo está en la misma cola o en su inicio. Para comprender este fenómeno de la naturaleza 'La Psicología de las Masas' es obra de lectura obligada.

Incluso el de poder pasear andando o en bici por las avenidas y calles habitualmente atestadas de coches; algo que es curioso en el centro: los atascos en fin de semana noche igualan o incluso superan a los días de diario. Os lo digo yo que llevo unos cuantos años habitándolo. Poder prescindir del coche y de cualquier otro medio de transporte es, desde luego, un auténtico lujo. No al alcance de mis amigos, que tienen que hacer un verdadero rallie para aparcar. Por lo que esta vez la puntualidad sólo me sirve para esperar un buen rato, que aprovecho para disfrutar de procesiones laicas improvisadas y produciéndose nuestro encuentro unos 45 minutos tras la hora fijada. Empiezo a pensar que esta hubiera sido una ocasión de oro para estrenar bicicleta. Aun así, liberarse del coche es todo un alivio.

En el templo de Debod han combinado unas luces oscuras con unos altavoces que reproducen el oleaje del mar. Repartidas en el paseo hay unos palés contrachapados forrados con fieltro y cojines encima que simulan tumbonas: Madrid es una ciudad obsesionada con tener playa. Mucho más que con las olimpiadas.

Más tarde nos acercamos a la plaza de Oriente a contemplar una especie de rubí que arroja vapores con gente que aguarda su turno para alojarse dentro. '-¿Qué sentido tiene esto, si es que hay alguno?' me oigo decir. Nadie me responde. Quizá la respuesta estuviera en un par de grandes globos blancos con una conocida firma de perfume.

Continuamos la ruta por Mayor, Sol, Carrera de San Jerónimo. En el Congreso hay preparado un escenario, luego supe para un concierto de Jazz. Tengo serias tentaciones de preguntar a qué hora le toca salir a Zapatero pero finalmente me reprimo. Llegamos a la fuente de Neptuno donde están flotando unos patitos gigantes. Nos hacemos fotos. Por un momento siento una extraña sensación de ser turista en mi propia ciudad. En Cibeles proyectan globos con unos labios femeninos sobre la fachada de la casa de correos -reconvertida ahora en Ayuntamiento- al tiempo que suenan unos besos enlatados, a un volumen considerable. A los cinco minutos resulta molesto. No puedo evitar acordarme de la actuación de la 'Fura dels Baus' el pasado 2 de mayo. Las comparaciones son odiosas. Una cosa es innovación imaginativa y otra muy distinta la horterada chorra.

Mis maltrechas piernas ya van pidiendo tregua. Por suerte el espectáculo del funambulista que finalmente no salió me pilla de camino a casa. Los botellones, tradicionales en sábado, parecen ser parte de este festín cultural. 'Hay gente que confunde la cultura con la pasarela Cibeles' (A. Pérez-Reverte). Posiblemente los organizadores por fin hayan tomado nota y por eso ahora la llaman Cibeles Fashion Week. Suena a chiste de Chiquito de la Calzada...

Perece que no nos atrevemos a decirle al emperador que está desnudo.



10 de septiembre de 2008

Caminante, se hace talante al andar


En la cadena de televisión cuatro han emitido un reportaje muy curioso. Nos muestra nada más y nada menos que al presidente del gobierno de la Nación -todavía España- haciendo una ruta de senderismo por un precioso paraje de los Picos de Europa. Revisita lugares que frecuentaba en su infancia o juventud. El encuentro con los lugareños rebosa espontaneidad y eso... Buen rollito.


En él he visto a un Zp distinto al que nos muestra la televisión habitualmente. Más cercano al pueblo, casi llego a creer que un día me lo podría cruzar por las escaleras y, ¿por qué no? Más humano, más auténtico si cabe. Pero cuidado. En ningún momento deja de ejercer de político.


En multitud de medios y tertulias se le ataca cuestionando su inteligencia. Pues bien, una vez más caen en el error de subestimar al político. Las altas esferas, o quizá la fama, puede volver a uno más pendenciero, más torpe, más vanidoso, ambicioso que si siguiera en el mundo de los mortales -al que en algún tiempo también perteneció Bardem-. Un político puede ser eso entre otras muchas cosas ¿Pero tonto?


Para llegar donde han llegado Zapatero o Rajoy, aparte de influencias, hay que ser muy listo. Sí señores. Llegar incluso a pasar por encima del cuello de mucha gente, dejando los pocos o muchos escrúpulos que uno tenga en casa. ¿Por qué si no pueden permitirse el lujo de tomarnos el pelo cada cuatro años?


En algún medio de la blogosfera he leído cómo se le ha criticado el programa de la 'cadena amiga' de Ferraz. Lógico, pero no sé de qué se extrañan. No me imagino a Zapatero de chuletada con Jimenez Losantos, como tampoco lo haría a Rajoy buscando percebes con Gabilondo. Ya somos mayorcitos para saber de qué pie cojea cada uno.


Dicen que 'cuatro' es socialista. Yo estuve trabajando para una empresa de PRISA durante unos cuantos años y serían todo lo socialistas que quieran. Pero les gustaba la pasta como al que más. Doy fe.

3 de septiembre de 2008

Preguntas, respuestas


Tras este largo paréntesis veraniego vuelvo a retomar mi cuaderno de bitácora, aunque no con la frecuencia que desearía. Han pasado muchas cosas todo este tiempo. Unos juegos olímpicos espectaculares -hay que reconocerlo- como no podía ser de otra manera viniendo de los reyes de la imitación. Por desgracia no pude ver la ceremonia de clausura, pero me quedé embobado con la de inauguración. Tanto que esas grandes figuras humanas me recordaron las imágenes de las de Berlín, sólo que esta vez Ju Hin-Tao no le daría la mano ni a su propio padre. En las olimpiadas berlinesas Hitler de negó a estrechársela al entonces campeón de raza negra Jesse Owens. Está claro que la propaganda está a años luz de la tecnología, aunque se sirva de ella.


Rafa Nadal es ya el número uno del mundo, y por si fuera poco premio Príncipe de Asturias del deporte. Qué vamos a decir a estas alturas de partido. Gran deportista y mejor persona si cabe. ¿Y el ba-lon-ces-to? Nuestros Gasoles, Calderón, Rudy, Ricky Rubio, Jiménez y compañía pusieron contra las cuerdas a las megaestrellas de la NBA. Por cierto. Estaría bien que el COI explicara por qué no se pueden lucir crespones negros en señal de duelo por una tragedia que ha estremecido a todo un país en un partido y sí toda una sarta de tatuajes y estrellitas en la cinta para la calva de Lebron James. Quizá la respuesta no la tenga el COI sino el Excelentísimo David Stern. Como tambíen que la Federación Española de Baloncesto explicara el cese de Pepu Hernández como seleccionador. Triunfar aquí se paga caro.



No hay respuesta ante esa brutal tragedia que nos ha tocado tan de cerca. Ni tampoco justificación. He escuchado que se han abaratado tanto los vuelos que, claro, una parte de ese ahorro lo sufre la seguridad en los aviones. Pero lo cierto es que no se trataba de una compañía de low cost. No hay justificación en una época en que la policía entra sin autorización judicial en una obra si se produce un solo accidente mortal. Accidentes en los que existen responsabilidades penales recordemos, por una sola víctima. Con esto no quiero decir que no las tengan los imputados en este suceso. Por desgracia el piloto falleció y, mucho me temo que al final la compañía y la justicia den por zanjado el asunto con las indemnizaciones a los familiares.


Como tampoco se puede justificar la justificación -valga la redundancia- de la ministra de fomento en la demora de la intervención de los servicios de emergencia 'No se trata de quién llega primero sino de hacerlo coordinadamente'. Sí señora, con un par.
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