20 de febrero de 2009

Bocados de realidad




Reality bites es una película de 1994 cuyo tema central es la llamada 'Generación X', caracterizada por el desencanto y la apatía de jóvenes recién graduados universitarios al no poder ejercer la profesión para la que estudiaron y la crítica generalizada a la sociedad consumista y a su máximo exponente del éxito social: el yuppie. En cristiano sería algo así como un joven ejecutivo que vive a todo trapo: conduce deportivos de gran cilindrada y se lleva a las mujeres de calle, o al menos eso pretenden hacernos creer... Y a esa generación pertenezco, al menos por cronología: mi coche no llega a los 100 cv, y las mujeres, más bien me traen de calle.


Buceando en la wikipedia, yo ya no puedo vivir sin ella, como las amas de casa de mi generación sin el famoso estropajo, encuentro que tiene su sucesora en la 'Generación Y' o aquellos que os vais acercando a la treintena -que no es para tanto, de verdad-. Vosotros habeis visto caer el muro de Berlín cuando erais chavales de primaria y casi mamasteis del Windows este maravilloso mundo de la informática, sin pagar el peaje del MS-DOS, bastante más feo y en inglés (pero ¡nunca se colgaba!). En España son los llamados mileuristas, pero ellos están presentes en todas y cada una de las generaciones en edad laboral.


No sé si a día de hoy se ha bautizado a la sucesora de la generación Y, pero creo que la letra es más que evidente... En España, además de por razones lógicas por otras de índole más política. Aquí son los llamados 'hijos de la LOGSE', una ley destinada a pasar de curso confiando en la adquisición del conocimiento por ciencia infusa, y no sin ayuda de sustancias psicotrópicas: son los protagonistas del fenómeno del botellón. Su educación se basa en el modelo laissez-faire dónde sólo existen los derechos. Lo de los deberes les suena a franquismo rancio.

Mi amigo Jam les ha dedicado una entrada en su blog a los 'canis', un claro ejemplo de esta generación. Ignorante de mí, no sabía que se trata una tribu urbana. Creía que simplemente son producto de la moda actual, como el que torturó a Natalia Pastor con Camela a todo trapo en el AVE, o el que hizo lo propio con todo el pasaje de aquel vagón en la línea 10 de metro con su super-móvil estéreo de última generación, se supone que la misma que él.


Aunque indudablemente en las generaciones X e Y uno se cabreara con la novia o la ex el asunto no solía pasar de un berrinche, una tempestad que luego diera paso a la calma pero el problema es que la generación Z no ha aprendido a tolerar la frustración, uno de los primeros escalones hacia la vida adulta, es decir, la real. Algunos me diréis que soy injusto al sobregeneralizar y tendréis razón. Pero acordaréis conmigo en que el desgraciado suceso de Marta del Castillo en el que no hay uno sino cuatro individuos imputados denota que algo está fallando.

No lícito, pero permisible

Esto es lo que vino a decir un día mi peluquero mientras me esquilaba.

Me contaba que en el pueblo de su esposa estuvo gobernando uno y otro partido, y con ambos alcaldes tenía parentesco con lo cual la posibilidad de tráfico de influencias estaba asegurada, por decirlo finamente.

Me dí cuenta de que en el fondo no era el único que piensa así. En nuestro inconsciente colectivo pesa demasiado un pasado picaresco y ratero. Ver pasar fajos de billetes por delante de uno hace difícil soportar la tentación de no alargar alguna vez la mano. Lo que pasa es que esa 'alguna vez' se termina convirtiendo en costumbre y más tarde o temprano terminan pillándote.

Pero, al contrario que en otros países, el que te cojan con el carrito de los helados no significa que renuncies a tu cargo. En algunos casos puede que acabes en la carcel, pero lejos de ser algo vergonzoso, casi es un signo de distinción.

Me temo que nuestros políticos se lo tienen bien aprendido. Tanto que a alguna ex-ministra le traicionó el subconsciente al decir que el dinero público no es de nadie. Por supuesto que no ¿Acaso no ves como cae por la chimenea? Y esa es otra, aquí no adoramos al becerro de oro. En todo caso al rebaño.

No es lícito, pero permisible como decía un constructor en la radio hablando del tal Correa que hacía bien al intentar hacer 'su trabajo', que el culpable es el que se deja sobornar, lo que indignó a la periodista política y moralmente correcta que tanto le gusta a mi amigo Mike.

No es lícito, pero permisible que aceptes la invitación a una montería sin licencia para cazar, o pagando un precio simbólico gracias a tu cargo público.

No es lícito, pero permisible pagar las chapuzas de los hombres de Paco con los fondos reservados.

No es lícito, pero sí permisible defender a capa y espada a la educación y sanidad públicas y llevar a tus hijos a la privada. Como también lo es evadir impuestos con las famosas SICAV.

Supongo que es difícil quitarse de encima tantos siglos de mamoneo, de cultura del pelotazo. Pero esperad a que venga el Eladio a hacer lo que mejor sabe...



14 de febrero de 2009

Oh, l'amour!


Hoy es San Valentín, el día de los enamorados.


Ayer un compañero de trabajo se marchaba a su localidad de origen a pasar el finde con su amada esposa. Digo lo de amada porque llevaba algo que parecía un par de flores o plantas envueltas en celofán. No sabría decir cuáles, tengo casi la misma idea de botánica que de física cuántica: en el insti estudié letras mixtas. Como quiso Dios que en ese momento en la oficina sólo estuviéramos entre hombres, la bucólica imagen ha despertado los comentarios más jocosos. En ellos se conjugaba el verbo cumplir, y las comparaciones -como siempre odiosas- con escaso romanticismo. No voy a decir más...


Estos días no he parado de recibir correos de ofertas para escapadas para la señalada fecha en compañía de Cupido. Supongo que cualquier excusa es buena para escaparse, incluso de la pareja.

Leo en la prensa que con la crisis han descendido las tasas de casamientos y divorcios. Normal. Lo primero cuesta un riñón, y lo segundo los cuatro que tiene la pareja y con permiso del banco. Que incluso en e-bay se puedan encontrar 'chollos' procedentes del reciclaje del 14-F. Ni el santo se salva ya del reajuste del cinturón.

Desde el principio de mis tiempos con uso de razón -si alguna vez la tuve- he detestado esta fecha. Cuando no tenía pareja porque no la tenía para celebrarlo como el corte inglés manda y cuando sí la había porque no me gusta que me digan cómo hay que celebrar las cosas buenas que te pueden ocurrir en la vida.

A la lista se añade el día del padre y de la madre, y dentro de poco de los abuelos y bisabuelos porque cada vez la cuota de mercado se incrementará por ese nuevo 'público objetivo'.

Volviendo a San Valentín, ese santo varón que casaba almas enamoradas en la clandestinidad, me parece que hoy marca la frontera entre dos planetas: el de los felices y el de los infelices. Esa frontera que se cruza sin visado en cuestión de segundos y en ambas direcciones. La sensación de absoluta dicha o desgracia por culpa de alguien que se cruzó en tu camino. El paraíso a un lado y el infierno al otro.

Como si de un producto de consumo más se tratara, el amor determina quién puede ser feliz. Una imagen que nos han vendido desde que podemos encender solitos la tele y en bastantes libros para luego darte cuenta de que el amor encierra a veces un elixir más amargo. Para empezar no es cierto que elijas pareja, a menudo es ella la que te elige a porque si de dependiera muy probablemente compartirías tu vida con otra. Es otra realidad dolorosa cuando eres consciente. Afortunadamente en mi caso me dí cuenta a tiempo, aunque no sin causar daño a mi ex. Lo que luego podría contemplarse como una bonita etapa se ve desde el rencor, el inevitable distanciamiento en el mejor de los casos bien porque aparezca un tercero, o así sin más.

Recuerdo el día que precedió a la tempestad, hace casi ya un año. Estábamos pasando una agradable velada en casa de otra pareja de amigos. No sé como -supongo que el ron tuvo su parte de culpa- salió la cuestión de qué te hubiera gustado hacer y no has hecho -como aquel anuncio de coches, maldita publicidad- o de qué te arrepientes. Y fue lo último el detonante del desenlace. Dije que me arrepentía más de lo que no había hecho que de lo que sí...

Os prometo que en aquel momento no lo dije pensando en alguna mujer, aunque las tuviera en mente en otros. Pensé en la gira Zoo Tv de U2 y su parada en el Vicente Calderón a la que tenía que haber acudido solo y sacando los entónces al cambio 24 euros de donde fuera aunque me pasara una temporada a base de pipas de girasol. O quizá pensaba el viaje que no realicé. En cualquier caso mi ex-novia se pensó lo peor. Salimos de allí discutiendo para terminar como el rosario de la Aurora al día siguiente.

Como en la canción, al principio todo era tan romántico... Más tarde un cruce de reproches y dos listas con el haber y el debe al día. Ese fue el principio del fin.


Y me quedaré sin saber qué hubiera pasado si Satine no hubiera enfermado de tuberculosis, y el duque hubiera sido como otro que sale por ahí que se llama igual.

6 de febrero de 2009

Y tú más


La buena reputación de este nuestro gobierno de la Nación -todavía España y si alguna vez la tuvo- haciendo aguas desde el cabo de Gata hasta Finisterre pero el bueno de J.R. no aparece con su cara de redomado cabrón y llamando borracha a su mujer, probablemente porque ande muy ocupado tunelando su limusina, la última moda en Dallas.


Es necesario contraatacar. ¿Con qué? Pues con nuestra arma favorita de destrucción masiva que ni el mismísimo Bush encontraría en una zapatería de segunda mano: el ventilador. Los presuntos pertenecientes a asociaciones ilícitas -estafadores coño- tienen vinculaciones con el PP se subraya desde algunos medios. Además esas detenciones se han realizado en ayuntamientos y comunidades gobernadas por el mismo partido.


Como seguramente sea cierto de que en esas comunidades y ayuntamientos conviven pederastas, maltratadores de sus parejas y asesinos de esas mismas mujeres. Ahora les toca a los jueces investigar hasta donde llega la mierda -en buen momento han decidido irse a la huelga- en este embrollo y en el presunto espionaje entre altos cargos del PP madrileño. Y lo mejor para el propio PP es que lleguen a fondo. Total, peor de lo que ya están en las encuestas es difícil... Y el cáncer te acaba matando si no se extirpa a tiempo.


No sé si mi entorno familiar, mi educación con los curas -esos a los que el gran Wyoming disfrutaría sacándoles las tripas para ahorcar capitalistas- o el azar ha querido que me sienta más 'de derechas' políticamente hablando, a pesar de pertenecer a una familia trabajadora y no vestir traje y corbata para ir a trabajar excepto cuando compaginé mi primer trabajo con la universidad. Pero tengo clara una cosa, que ni el PP, PSOE ni ningún otro partido me da de comer. Cosa que no pueden decir muchos asalariados de algunos medios ¿verdad CQC, folloneros y compañía? ni tampoco cierta gente aparentemente de la calle...


Tampoco es ningún secreto que Telemadrid está controlada por Esperanza Aguirre, como Castilla La Mancha Tv por Barreda, TV3 por Montilla o Canal Sur por Chaves. Pero da la casualidad de que Madrid es el fortín del PP en sus dos administraciones, tanto para lo bueno como para lo malo. Es el principal reducto a derribar por los arcabuceros de Zapatero, Madrid lo es todo, capitán diría hoy el válido Pepe Blanco -sí, ya sé que eso es mucho decir- al contratar al espadachín a sueldo de turno. Y lo peor es que la gran perjudicada es la ciudadanía, oh bella palabra. En Onda Cero escuché a un contertulio decir que nadie se va a atrever a tomar ahora medidas impopulares sabiendo que serán utilizadas como arma arrojadiza por el otro partido. Que es necesario un pacto de Estado. ¿Lo qué....?


A pesar de nuestros años y nuestros kilos todavía nos escudamos en el 'y tú más' o 'mi padre la tiene más grande que el tuyo'. O mi primo.
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