Corría el año 1991. Saddam Hussein había decidido que ese cacho de tierra llamado Kuwait le pertenecía y, acostumbrado a hacer las cosas sin pedir consejo ni opinión de nadie, lo 'liberó' en la madrugada del 2 de agosto de 1990. Casualmente en aquellos años me encontraba estudiando la carrera en 'la complu' y en los días siguientes al ataque de las fuerzas de la coalición se originó un acalorado debate dentro de las aulas como consecuencia de los bombardeos liderados por Estados Unidos y se produjo un curioso suceso que no me resisto a contar.
Se trataba de un grupo de estos que llevan la estrella roja en las camisetas, no voy a llamarles 'rastafaris' para no ofender así que lo dejaré en alternativos. Después de contarnos las tropelías cometidas por el ejército comandado por un general de G. Bush-padre de apellido impronunciable, al que entre otros apoyo nuestro ex-presidente González, con tropas de reemplazo y Marta Sánchez incluída. Hablaban de que si habían bombardeado hospitales y no sé que más cosas, sostenían que era urgente convocar una huelga general en la universidad. Sólo recuerdo que tras la discusión a alguien se le ocurrió sugerir que se hiciera una votación. La respuesta de la líder de la anti-alianza de civilizaciones se me ha quedado grabada a fuego y no creo que la olvide mientras viva:
-¿Votar? ¿Para qué?...
Lo que no recuerdo es si Hugo Chávez estaba por allí. Pero sí que no se produjeron las manifestaciones ni la crispación de la guerra del 2003, a pesar de las más de 25.000 víctimas sólamente en el bando iraquí.
1 comentario:
La verdad es que has comentado una buena ironía histórica jeje. El general se llamaba Norman Schwarzkopf.
Por cierto, me gusta el cambio de look del blog.
Publicar un comentario