Son las nueve y media. Sintonizo la 1 y me encuentro con un escenario digno de la entrega de los Oscars de anteayer, sólo que sin estatuillas ni vestidos rojos escotados. Si no fuera porque son los prolegómenos de un debate electoral diría que se trata de una gala al más puro estilo de Hollywood.
Rajoy llega temprano, parece que tiene prisa por comenzar el combate dialéctico contra su rival. Zapatero acude a Ifema momentos después para ser recibido por Concha García Campoy además del moderador y dos personajes sin un pelo de tontos y con aires de don Vito Corleone. Ya sabemos quien juega en casa.
Una vez en el 'ring' Rajoy no pierde el tiempo en menudencias y se lanza contra su rival sin tregua. Le bombardea con los números y la precaria situación en la que ha entrado una parte importante de la gente de la calle, menos ducha en temas de macroeconomía. Zapatero contraataca con más datos y ataca la gestión del gobierno anterior, del que Rajoy formó parte, guerra de Irak incluída. Se maneja en el tono conciliador de su discurso y el gesto calculado. Tengo la impresión de que logra 'mantener el tipo'. Hasta que Rajoy le habla de su agresión a las víctimas de ETA. Es el único momento en que le veo perder los papeles.
Acusa al PP de ser el único gobierno de llamar MLNV a ETA, de volver la espalda al gobierno y utilizar el terrorismo como arma electoral. El presidente del Gobierno en funciones y su partido sigue sin convencerme de por qué la oposición tenía que mostrar adhesión al gobierno el 31 de diciembre de 2006 y no el 12 de marzo de 2004.
5 comentarios:
Me gustó muchísimo el debate. Porque, independientemente de lo que nos digan las encuestas y de lo que nos digan los medios, que, como es natural, cada uno justificará el porqué ganó su candidato preferido; lo que consiguió magistralmente Rajoy fue demostrar que a Zapatero no se le puede creer.
Le acusó de mentiroso varias veces, y Zapatero no pudo más que babucear excusas aún menos convincentes.
A mi Rajoy me sorprendió gratamente,dando un repaso en toda regla a un Zapatero,que por momentos,estuvo sonado.
Se agarró a Irak,y al 11-M,y al fantasma de Aznar,lo que prueba que si rascas,(y ayer se vió con claridad)de bajo de la sonrisa y el "talante" no hay absolutamente nada.
A mi me gustó mucho el debate. Porque, independientemente de lo que nos digan las encuestas y de lo que nos digan los medios, que, como es natural, cada uno justificará el porqué ganó su candidato preferido; lo que consiguió magistralmente Rajoy fue demostrar que a Zapatero no se le puede creer.
Le acusó de mentiroso varias veces, y Zapatero no pudo más que babucear excusas aún menos convincentes.
Esta semana estamos bien el lado oscuro de la izmierda y confirmando el quien es quien dentro de la giliprogresía.
Como no los echemos el 9-M, lo malo dará paso a lo peor.
Una vez más, las baterías mierdáticas del P$o€ volvieron a dibujar una realidad inexistente.
El segundo debate será mas duro y Zucio.
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