Hoy han salido las imágenes en Telemadrid: un encapuchado desparrama aceite junto a los torniquetes, originando caídas de personas mayores que intentan atravesarlos.
Son ya muchos días con un problema que amenaza con atentar contra la salud pública, de la que nuestros responsables, me da igual de qué partido, parecen ausentes. Si ellos viajaran en metro es obvio que esta cuestión estaría zanjada hace días.
Quienes sí son afectados son los sufridos usuarios, es decir, otros trabajadores a los que estos sindicalistas de la camorra sabotean al no tener más remedio que usar este medio de transporte. Si hay algo que pueda calificar a estas huelgas, es cualquier cosa menos solidaria. Todavía recuerdo aquella de la E.M.T. a principios de los años 90, tres semanas consecutivas sin autobuses en Madrid. Mi facultad se encuentra en el extrarradio y entónces sólo era posible acceder mediante autobús o coche. La universidad habilitó una flota desde la estación de RENFE más cercana pero aquello no duró más de una semana. Luego me enteré de que el cabecilla de esta huelga era propietario de un negocio de ventas de frutas. Esta es la 'solidaridad obrera' que disfrutamos en España. Estoy harto de subvencionar a estos sinvergüenzas con mis impuestos, muchos de ellos convertidos en funcionarios adicionales por obra y gracia de nuestro estado de desecho. Como trabajador, lejos de sentirme apoyado, he visto que nos vendían a cambio de prebendas, maquillando un vergonzoso ¿Convenio? Colectivo, que mi empresa se pasaba por el forro cuando le interesaba. Como anécdota contaré que, cuando ésta prohibió fumar varios años antes de la entrada de la Ley 'anti-tabaco', ellos aprovechaban para hacerlo en su local de forma que al entrar aquello te parecía más una timba que un lugar de reuniones.
Es urgente abrir un debate sobre el papel que pueden tener hoy los sindicatos en nuestra sociedad. Las manifestaciones del 1º de mayo y la lotería de Navidad están muy bien pero creo que los trabajadores de hoy precisamos de otras soluciones más acuciantes. La Comunidad tampoco está libre de culpa al esperar a llegar a estos niveles para rescindir los contratos a las empresas adjudicatarias.
2 comentarios:
Exactamente, los sindicatos en eZPaña no son más que granjas de cerdos privilegiados, que diría George Orwell.
Y luego se regatea financiación a otras entidades que realizan labores humanitarias y se pone en discusión de continuo las aportaciones.
Pero los sindicatos, que no sirven para nada, que no defienden el interés de los trabajadores si no coincide con el de sus dirigentes; para ellos sí que hay financiación a manos llenas.
No van ellos a comprar el aceite para tirar por el metro de su bolsillo.
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